“En
el día del Señor vino sobre mí el Espíritu, y oí detrás de mí una voz fuerte,
como de trompeta, que decía: Escribe en un libro lo que veas y envíalo a las
siete iglesias: a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a
Filadelfia y a Laodicea”. Apocalipsis 1:10, 11 NVI
Independientemente
de todo lo que podamos hallar en este pequeño texto y dado que el espacio que
tenemos aquí no es el óptimo para definiciones de fondo, voy a quedarme, para
ayudar a tu reflexión en este día, con un hecho muy singular… es en el único lugar
en donde el Señor toma contacto con un siervo y le dice que escriba en un libro
lo que vea.
Nosotros
hemos sido muy dados en buscar en textos de los evangelios y otros, ciertos
modelos que luego hemos pretendido plasmar en alguna clase de imágenes, no funcionan.
No
hubo ni hay interés en Dios de que tú y yo sepamos qué clase de rostro,
facciones o aspecto humano tenía Jesús de Nazaret, pero sí va a delinear, más
tarde, el aspecto de Cristo tal como a Dios le interesa que lo veamos.
Amén.