Filipenses 4:11, 12 NVI

No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre. Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez”. Filipenses 4:11, 12 NVI

Pablo dijo estas palabras edificantes para quienes seguimos a Cristo.

No se sabe si las escribió la primera o la segunda vez que fue encarcelado en Roma, pero lo increíble es que, en momentos tremendos, tuvo valor de sentir así.

Ahora pregunto: ¿cómo se siente cada uno ante la adversidad?

¿Aprendimos a contentarnos, cualquiera que sea la situación?

¿Hemos fortalecido el espíritu de manera que tanto en la abundancia como en la necesidad permanecemos gozosos en el Señor?

¿Logramos un profundo bienestar personal que no se modifica con las circunstancias, sean favorables o adversas?

¿Sentimos que cada día, en las manos de Dios están nuestros tiempos, como dice David?

Llegar a este punto requiere verdadero aprendizaje.

Pablo no tuvo una vida fácil, pero si la riqueza infinita en Cristo, a quien conocía y servía.

Que hoy algo suceda en nuestro hombre interior y que el Espíritu Santo nos guíe a reflexionar la verdad de estas palabras.

Recibamos también fortaleza para practicarlas.

Amén.



0 comments:

Publicar un comentario